miércoles, 20 de junio de 2012

El estilo kitsch o pop art




El estilo Kitsch surgió de la mano de una clase media que quería hacer ostentación de sus posesiones y buscaba llamar la atención con las formas y colores. Este estilo decorativo estuvo muy relacionado con el pop-art, un movimiento artístico que vivió su época dorada en la década de los sesenta del siglo pasado.


El pop-art empleaba imágenes de la cultura popular tomadas de los medios de comunicación, los cómics... Con las que intentaban relevarse ante la cultura elitista, filosofía que fue nexo de unión con los partidarios del estilo Kitsch. De ahí que en este estilo decorativo siempre se usen  las imágenes inspiradas en el pop-art como la Marilyn de Andy Warhol.


La intención era llamar la atención y para ello se usaban los colores fuertes, eléctricos y estridentes como el verde manzana, el rosa chicle, los fucsias, lilas, violetas, azules o rojos... Tonos que se empleaban para crear sofás o muebles chillones.



En las texturas ocurría algo muy parecido y, por ello, se emplea la mezcla de papeles, los cristales de colores o los diferentes tipos de pieles, aunque preponderan los elementos sintéticos como el plástico o la baquelita, elementos muy de moda en los años sesenta.



La baquelita merece una mención especial, ya que es uno de los materiales más característicos del estilo Kitsch, ya que se empleó en multitud de objetos como los teléfonos o las lámparas de la época.


Debemos subrayar que, si bien no existe una regla escrita a la hora de decorar con este estilo, sí que usan en abundancia las formas curvas y una gran variedad de materiales que deben ir mezclados sin sentido por toda la estancia. 



A la hora de tapizar los muebles, además de colores muy llamativos, se utilizan estampados muy diferentes entre sí que crean un fuerte contraste. Los estampados pueden ser de imitación a piel de animal, estilos retro o florales. 


En cuanto a los objetos decorativos, están muy presentes las lámparas de lava, los edredones y cojines con pelos o los teléfonos de baquelita. También se emplean figuras religiosas, amuletos como el gato de la suerte chino, esculturas o flores artificiales.



En cuanto a los muebles, suelen ser muy estrafalarios, con ornamentos de procedencias muy distintas e incluso con influencias culturales diversas.





Cuadro realizado con latas de Kas 
En resumen, en el estilo kitsch lo importante no es la calidad, elegancia o sofisticación de las piezas decorativas, sino que éstas resulten vistosas en el conjunto de la estancia. El problema que acarrea este estilo decorativo es definir el límite que las piezas que empleamos no deben traspasar para no caer en el caos o desorden absoluto.


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